Al primer golpe de lectura pensé que era el ayuntamiento leridano el que se dedicaba a la exportación de frutas. Un segundo después rechacé la idea: un Ayuntamiento se dedica a mantener limpias las calles, no a meterse en negocios que desconoce (lo del ladrillo es otra cosa). Y pensé que se refería a alguna ONG local. Tampoco, y en esta ocasión no me ha bastado leer los subtitulo, he tenido que entrar en el desarrollo de la noticia para saber que los que exportaban eran exportadores de fruta y agricultores.
La ciudad no es más que el lugar donde está la aduana que despacha la mercancía. Si hubieran añadido "desde", me hubiera ahorrado unos minutillos de mi vida.
Me recuerda el titular de un periódico de mi pueblo: "La Ciudad ve con asombro cómo se le niega el agua que le sobra a los vecinos". No, perdón; la asombrada no es la ciudad, es a los ciudadanos a los que se le queda cara de gilipollas.
Ciertamente hay mucho papel de pueblo en todas partes, sobretodo cuando la mayor fuente de ingresos es la publicidad institucional.
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