Me alegra verte, Luis Andrés. Como me alegra que hayas arrancado tu
exposición con uno de los artículos de la CE incluidos en mi escrito.
Leído con pausa y respeto tu artículo, he llegado a la conclusión de que
nuestra discrepancia más notable está en el título de nuestros respectivos
mensajes.
He buscado sin éxito algún argumento que me invite a variar mi posición
inicial. Muy al contrario, la STS 11/1981 de 8 de abril, reafirma mi
convencimiento de que son los
trabajadores y no los sindicatos los titulares del derecho de huelga, y que
este derecho a la huelga puede ser ejercitado directamente por los propios trabajadores
sin necesario recurso a los representantes. Y si bien la titularidad del
derecho de huelga pertenece a los trabajadores, el derecho puede ser ejercitado
por las organizaciones sindicales con implantación en el ámbito laboral al que
se extiende la huelga (de la citada sentencia)
Pues eso, que quienes van a la huelga son los trabajadores para la defensa
de sus intereses laborales y no los sindicatos defendiendo sus intereses corporativos. Y la defensa de
los intereses corporativos mediante una huelga general, como es el caso, se
traduce en una huelga política. Y
eso, simplemente no me gusta. ¡Qué se presenten a las elecciones a cara
descubierta, y si ganan que legislen! Pero, entretanto y en cumplimiento de la
Constitución que democráticamente nos hemos otorgado, son las Cortes Generales
quienes, en representación del soberano pueblo español, tienen la potestad de
legislar. Ni sindicatos ni empresarios, ni clero ni militares, ni médicos ni
enfermos, ni los de la costa ni los de tierra adentro. ¡El Parlamento! Es el
nuestro un Estado de Derecho y no un Estado corporativo. Esta es la idea
que torpemente intenté trasmitir.
Otra cosa es mi opinión sobre los sindicatos y las organizaciones
empresariales españolas. A un servidor, como le sucedió al dirigente sindical
alemán que visitó España hace unas semanas, se le cae el labio al enterarse de
los millones de euros que de los impuestos se trasfiere a los sindicatos (y a
los empresarios, añado yo). Es por eso que animo al líder de CC OO cuando dice
que su sindicato puede funcionar sólo con las cuotas de sus afiliados. ¡Pues
ea, Toxo, al lío, a incorporarse al S. XXI; tiene usted mi apoyo!
Un abrazo. Plinio.
P.D.- Me sumo a tu línea de contención y dejo pasar las perrerías del antiguo
dirigente de los empresarios, así como la chocante y bien remunerada actividad
banquero-sindicalista de algún líder gritón.