28 mar 2012

Asumamos que ya hemos superado el Estado Corporativo



Me alegra verte, Luis Andrés. Como me alegra que hayas arrancado tu exposición con uno de los artículos de la CE incluidos en mi escrito. 

Leído con pausa y respeto tu artículo, he llegado a la conclusión de que nuestra discrepancia más notable está en el título de nuestros respectivos mensajes.  

He buscado sin éxito algún argumento que me invite a variar mi posición inicial. Muy al contrario, la STS 11/1981 de 8 de abril, reafirma mi convencimiento de que son los trabajadores y no los sindicatos los titulares del derecho de huelga, y que este derecho a la huelga puede ser ejercitado directamente por los propios trabajadores sin necesario recurso a los representantes. Y si bien la titularidad del derecho de huelga pertenece a los trabajadores, el derecho puede ser ejercitado por las organizaciones sindicales con implantación en el ámbito laboral al que se extiende la huelga (de la citada sentencia) 

Pues eso, que quienes van a la huelga son los trabajadores para la defensa de sus intereses laborales y no los sindicatos defendiendo sus intereses corporativos. Y la defensa de los intereses corporativos mediante una huelga general, como es el caso, se traduce en una huelga política. Y eso, simplemente no me gusta. ¡Qué se presenten a las elecciones a cara descubierta, y si ganan que legislen! Pero, entretanto y en cumplimiento de la Constitución que democráticamente nos hemos otorgado, son las Cortes Generales quienes, en representación del soberano pueblo español, tienen la potestad de legislar. Ni sindicatos ni empresarios, ni clero ni militares, ni médicos ni enfermos, ni los de la costa ni los de tierra adentro. ¡El Parlamento! Es el nuestro un Estado de Derecho y no un Estado corporativo. Esta es la idea que torpemente intenté trasmitir.

Otra cosa es mi opinión sobre los sindicatos y las organizaciones empresariales españolas. A un servidor, como le sucedió al dirigente sindical alemán que visitó España hace unas semanas, se le cae el labio al enterarse de los millones de euros que de los impuestos se trasfiere a los sindicatos (y a los empresarios, añado yo). Es por eso que animo al líder de CC OO cuando dice que su sindicato puede funcionar sólo con las cuotas de sus afiliados. ¡Pues ea, Toxo, al lío, a incorporarse al S. XXI; tiene usted mi apoyo! 

Un abrazo. Plinio.

P.D.- Me sumo a tu línea de contención y dejo pasar las perrerías del antiguo dirigente de los empresarios, así como la chocante y bien remunerada actividad banquero-sindicalista de algún líder gritón.





26 mar 2012

Las huelgas políticas no so para la primavera



Una huelga con ambiciones se convoca en otoño, a la vuelta del verano y una vez hemos cuadrado la vuelta al cole con las dos cañas agosteñas en el chiringuito. Es lo suyo.

Fechas aparte, añado que la huelga confunde los motivos. O los enreda, que es peor. Me explico: la huelga se inventa para tocarle las narices al empresario en un legítimo conflicto de intereses, no para redactar y aprobar leyes. Para eso ya está el Parlamento. Vamos, que los sindicatos, en esta huelga del 29 como en todas las huelgas generales, practican el intrusismo profesional sin sonrojarse ni un así. Y no. Cada uno en su sitio, la ley en el de todos y la soberanía en el pueblo (1º-2 de la CE)

Y cada uno a su trabajo. El de redactar las leyes, la potestad legislativa, corresponde a las Cortes, no a los sindicatos (66-2 de la CE). El trabajo de estos, de los sindicatos, es…no sé, la CE no les asigna un cometido específico y más bien los contempla como un `punto de encuentro´ de los trabajadores para organizarse y defender sus derechos. Derechos de los trabajadores, no de los sindicatos, que, en el fondo, son un instrumento de los trabajadores para la defensa de sus intereses.  Quien va a la huelga, concluyo, no son los sindicatos, son los trabajadores. O así debe de ser. Aquí no, aquí los dirigentes sindicales, sin más representación que la de su exiguo número de  afiliados, deciden paralizar el país y forzar al Parlamento a cambiar las leyes. Es una huelga política contra las Cortes Generales con la finalidad de invadir y ocupar las funciones constitucionales del poder legislativo. Quieren hacer leyes, pero ay pena penita, no es su trabajo.

El derecho a la huelga de los trabajadores está reconocido por la Constitución (28.2) “para la defensa de sus intereses” y no para conservar la influencia de un lobby sindical. Y menos para legislar. Influencia, poder y subvenciones, esa es la pancarta que no mostrarán.

Este ritual tan nuestro, tan español, de hacerle una huelga política al Presidente de turno es un capricho caro sobre el que los sindicatos deben reflexionar. El problema radica en saber cómo encajar en el siglo XXI a unos sindicatos anacrónicos y con maneras decimonónicas, cómo convencer a los sindicatos para que pongan su calendario en fecha.



Plinio.





(En otro orden de cosas:
Cuando no se alcanzan las expectativas es una derrota.

Medios de comunicación y partidos políticos se gastan una millonada preguntando a los andaluces qué van a votar en sus autonómicas.  La mayoría absoluta apunta a Arenas como  el próximo presidente andaluz.  A esto unimos el convencimiento de que no hay régimen que cien años dure (ojo, el régimen socialista de Andalucía va a igualar al régimen de Franco),  que la corrupción le sale por las orejas a los actuales gobernantes y que Andalucía es de las regiones más deprimidas de la UE,  ¡y acualá, hay cambio! Esa es la lógica expectativa.

Y no. Arenas gana, pero poco. Los inmovilistas suman mayoría. Es una derrota y vivan las caenas.

Salvando las distancias, es el caso de Monóvar…perdón, de Poveda: Con todas las circunstancias a su favor y es incapaz de ganar. En Andalucía hay obstáculos que frenan el cambio y no es cosa ahora. En Monóvar, en el PP de Monóvar,  el lastre es Poveda.
Plinio)

22 mar 2012

El Séptimo de Caballería Salva al Ayuntamiento



En unas elecciones municipales de Monóvar, probablemente en las de 2003, el PP lanzó una campaña con el eslogan “Salva al Ayuntamiento” o a Monóvar o parecido, en un ingenioso juego de palabras con el nombre de su candidato y la misión histórica a la que éste estaba llamado. El anterior alcalde, el que, por lo que se desprende del eslogan, dejó el Ayuntamiento al borde del abismo era su correligionario Juan Emilio Amorós, también del PP. Poveda, en conclusión, bajó de las alturas para salvarnos de su compañero de partido. Y en su partido, el de Amorós y Poveda, nadie abrió la boca salvo para decir sí a la renovación de su concejalía. Nada, ni las armas de destrucción masiva, tienen tanto poder como el lápiz Alpino que sirve para incluirte en la lista electoral o como el borrador Milán que te puede suprimir de la misma. Con el equipo formado y en posición de firme, Poveda se preparó para salvar a la ciudad. ¿De qué?, y qué más da, lo importante era salvarla y ser él el salvador.

Han tenido que pasar dos legislaturas y un cuartillo para que el salvador del Ayuntamiento monovero descabalgue de la burra y le pida socorro al séptimo de caballería. ¡Es la crisis!, me cuentan que dicen los protegidos de este nuevo Felipe II; y al igual que el `Rey Prudente´ no mandó sus naves a luchar contra los elementos, el `Alcalde Salvador´ –argumentan- no ha enviado sus huestes a combatir contra la crisis. ¡Y tan anchos! Aquí es cuando llega el séptimo de caballería, el Gobierno central para poner coto a las juergas de los chavales y ordenar esa vida de niño de papá y barra libre que ha vaciado hasta la libreta de ahorro de la abuela.  No es poco en lo que nos ha endeudado: quinientos euros por vecino; sea niño, estudiante, jubilado, rico o parado.  Su plan de salvación es emitir un S.O.S. Y sí, nos auxilian, pero con condiciones: Te presto la pasta. Repito: te-pres-to; lo que significa que me la has de devolver, y como no me fio un pelo ya me estás presentando un plan de pagos y contándome dónde vas a currar, lo que vas a ganar y de qué te vas a privar para ahorrar.

Si con el plan de ahorro se prescinde del lápiz Alpino y del borrador Milán, es posible que el PP de Monóvar se convierta en un partido vivo, con ideas, con capacidad de crítica y con coraje para decir en voz alta lo que tanto se oye murmurar: con Poveda el PP no puede ganar unas elecciones, a lo más que aspiramos –susurran- es a encamarnos con Orgilés, Ginés o con quien haga falta para que el salvador municipal continúe con su plan de salvación en la Diputación u otro aparcadero similar.

Mientras el valor no venza a la sumisión, en Monóvar el PP seguirá ganando en las generales y perdiendo en las municipales. Ellos sabrán.

Plinio.

17 mar 2012

La Pepa, 200 tacos


(1812-1814)
(1820-1823)
(1836-1837)
Constitución a ratos. ¡Qué país!

Siendo yo joven, un bravo liberal curtido en mil debates de ideas me dijo con voz pausa: “muchacho, esta del 78 es la mejor Constitución que hemos tenido los españoles, pero mejor le iría a éste país si tuviéramos vigente y actualizada la de 1812”. Lo miré a los ojos y siguió hablándome de la Pepa.

La Constitución,  la ley de la que maman todas las leyes –me dijo-, no solo hay que valorarla por su contenido material, es justo e inteligente envolverla en su momento histórico y, sobretodo, enlazarla con la historia del propio país así como proyectarla en la idea de nación que se tenga para el futuro. La Pepa –continuó- supo estar en fecha y le tendió la mano a las colonias reconociéndoles estatus de provincias, adoptó como propias las ideas liberales del entonces enemigo francés y abrazó por primera vez el concepto de separación de poderes y de Nación de ciudadanos.  No olvidaron los parlamentarios de Cádiz la tradición monárquica española, aunque, recodando el pasado y mirando el futuro, acotaron la potestad del rey y declararon que la soberanía residía en la Nación y no en el monarca, convertido éste en rey constitucional. La Pepa estaba concebida para que en el gobierno de España se alternaran partidos políticos de diferente tendencia ideológica, por lo que previó en su mismo articulado una ley electoral que establecía el sufragio universal limitado.

Art. 1º: La Nación española es la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios
Art. 3º: La soberanía reside esencialmente en la Nación, y por lo mismo pertenece a esta exclusivamente el derecho de establecer sus leyes fundamentales

Con infantil ingenuidad, la Constitución de Cádiz obliga a la Nación a promulgar leyes sabias y justas al tiempo que exige a los españoles ser justos y benéficos y amar a la Patria. No menos ternura  produce la Constitución cuando le recuerda al Gobierno que su objeto es la felicidad de la Nación, declarando que el fin de toda sociedad política no es otro que el bienestar de los individuos que la componen.

Y entonces, cuando parecía que los españoles habíamos encontrado el camino de la modernidad llegó un rey felón, el traidor Fernando VII que, fingiendo ser el primero en caminar por la senda constitucional, comenzó siglo y medio de duelos a garrotazos entre españoles.

Y es por eso, chaval -concluyó el bravo liberal-, por lo que esta nación sería un país mejor si hoy viviese la Pepa, significaría que llevamos doscientos años sin salimos de la senda de la convivencia libre y pacífica evitándonos así unas cuantas guerras civiles y algún millón de españoles muertos a manos de otros españoles, aunque ello suponga que Goya no pintase el “Duelo a garrotazos”.

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Las Cortes españolas, reunidas en el único lugar de la España peninsular no ocupado por el ejército francés, aprueban en Cádiz la primera Constitución española el 19 de marzo de 1808, sólo dos décadas después de ratificarse la de los Estados Unidos, la primera Constitución escrita de la historia moderna.
La Constitución americana sigue vigente, la española no logró sobrevivir al cainismo incrustado en nuestros genes nacionales.


Plinio

12 mar 2012

Las cosas chicas no excitan



-Con estos silencios ininterrumpidos vas a perder la única seguidora que tienes, Plinio –el editor de Monover.com me saludó de esta manera una cálida mañana de marzo, casi en fallas, rozando la primavera
-Es que uffff..Verás, Luis Andrés, con este tiempo hablar de las cosas chicas del pueblo es como cambiar el Mediterráneo por un pozo negro
-Séptica, una fosa séptica
- Sí vale, putrefacta, corrompida y maloliente. Pues eso, que miro el campo a punto de estallar en mil primaveras, que bajo la ventanilla del coche y casi que casi huelo la humedad limpia y fresca de la mañana, que hasta las dentaduras  me parecen más blancas y mentoladas… ¡y me pides que hable de la política de Monóvar!
-Solo cuatro líneas inteligentes
-Ahí me has pillado… ¡cuatro líneas inteligentes sobre la política local! ¡¡Ada ya, cómo va a ser eso!!
- Escucha Plinio, tienes el asunto de la piscina casi exmunicipal, las relaciones tirantes de los socios de gobierno, la auditoria, los presupuestos que no llegan, los sueldos intocables de los políticos. O más, habla si quieres de la huelga general, de los recortes, del hundimiento de la Comunidad Valenciana o del Titanic… ¡yo qué sé, hay mil cosas!
-Vas a tener razón. Ya veo yo algo.

Ya imaginarán que esta conversación, si existió,  tuvo lugar fuera de la ciudad, en lugar seguro para el editor, allá donde no nos conocen para que no le perjudique mi compañía. Así fue, me calé el sombrero, me subí el cuello de la gabardina como un espía de Tintín y caminé y caminé en busca de algo inteligente en la política de Monóvar.

Llevo caminando un par de maratones y nada, no encuentro nada excitante en la política local… ¡y ya es difícil no encontrar nada excitante en primavera!

Me he derrumbado. Le mando un sms a Luis Andrés: Me rindo, tras dos plenos y tres sesiones de quisiera yo saber, no levanto cabeza.

Plinio.

PD.-  Busca que te busca he encontrado una escena abracadabrante: los concejales del gobierno faroleando como en una partida de poker durante el último pleno. Van quinientos euros, ¿los ves?, mientras que una vocecita presidencial murmuraba  por detrás “no es eso, no es eso”; y otro edil gubernamental retando a bajarse el 40% del sueldo si `los otros´ hacían lo mismo con los suyos, sin caer en la cuenta de que su sueldo se lo fija él y el de `los otros´ lo establecen sus jefes o lo acuerdan sus sindicatos. Demagogia city.

Es lo único. Sigo buscando.
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