El anarquista Durruti
y el falangista Primo de Rivera
mueren el veinte de noviembre del 36. Los matan, cosas de la guerra. Franco, dictador con más de cuarenta
años de ejercicio profesional muere otro 20-N con 83 tacos y rodeado de médicos.
Cosas de la posguerra. También nace gente el 20-N, pero siendo como somos en este
país más de muertos que de vivos mejor dejamos los nacimientos.
Entre muertos y matados, el más siniestro veinte de
noviembre sucedió en el año 1500, en Cádiz:
Colón Don Cristóbal y sus hermanos llegan encadenados a la Tacita de Plata presos de un tal Bobadilla, gobernador de la Indias
nombrado por los Reyes Católicos y
desaparecido en 1502 en las frías y negras aguas de, no sé, pongamos el
Atlántico. ¡Toma ya! No digo yo que no se pasaran un pelo los Colón en la Española, isla, y tampoco digo que
no se merecieran un castigo, cosa que desconozco, pero de ahí a llevarlos
atados de pies y manos nada menos a Cádiz con la guasa que se traen allí las
murgas… eso, Sr. Bobadilla, eso es ensañamiento y mala leche.
Cosas de la España que mancilla a sus titanes y ensalza a
sus mediocres. Una España que muere y otra España que bosteza, Machado dixit. ¡Ufff…
qué pereza de país!
No digo lo dicho por decir, lo digo por salirme del guión “VeinteEne”
y saltarme el tema de las elecciones. ¡Y
por Dios que casi lo consigo!, pero en el último minuto he descubierto que el
20-N se celebra el “Día Universal del
niño” -y de la niña, ya te vale Bibiana-,
y claro, es inevitable la asociación de ideas: ¿Habrá elegido Zapatero –antiguo Presidente del Gobierno
y actual portero del Palacio de la Moncloa- el 20 de noviembre para las
elecciones porque los políticos disfrutan como niños? Yo no diría que no. Los políticos, ya se
sabe, van a su rollo y a pasarlo lo más mejor posible. Y es que son como niños.
Como niños caros. Muy caros.
¡Cosas de España!
PLINIO
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