Una vez que Poveda
ha superado el trauma de la ruptura con Orgilés,
se ha puesto a la entera disposición del PSOE
de Monóvar. Por la alcaldía
En el pleno extraordinario del 19, los socialistas
humillaron al alcalde Poveda que únicamente se atrevió, “si a ustedes le parece
bien” (sic, Poveda), a sugerir la ampliación de un plazo. Se le concedió graciosamente
El grupo socialista, hábil, logró aprobar la creación de “comisiones” municipales de no importa
qué. Saben que los órganos artificiales son una eficaz plataforma para
conseguir una “mayoría social”, eufemismo bajo el que se esconde una labor de
colocación de los propios y de captación de los ajenos con el argumento de que
los cuerpos intermedios de la sociedad han de reflejar el sentir mayoritario de
la misma y bla bla bla. Esto será
para cuando probablemente ganen las elecciones próximas, cheque-regalo de
Poveda. Mientras, levantarán una tupida telaraña de comisiones, subcomisiones, comités
territoriales, comités sectoriales y lo que se les ocurra ¡Y es que mira que
les gusta un lío burocrático!
Y si no, vean el momento Casa
de la Pradera: los “presupuestos
participativos”. Los participantes son los ciudadanos. Pero no en todo, que
no es cosa. Intervienen únicamente en aquello que crea oportuno la élite. Otro
lío burocrático que pretende que el pueblo “también sea responsable” (sic, edil
socialista), para así blindarse la élite de las posibles críticas del pueblo.
Una forma de echar balones fuera, una excusa
timorata e injusta para no gobernar, decidir y jugársela, que es para lo
que se les ha elegido. Convertir a la ciudad en una asamblea permanente de la
`Facu´ es bonito y muy Casa de la Pradera,
pero ingenuo e ineficaz. Ahora
realmente poco importa, y esa es otra trampa, porque no hay un euro, pero, como
advirtió Ginés, se puede
desencadenar una guerra de barrios y un desequilibrio a favor de las zonas más
pobladas o más cercanas al poder político. Y
el PP traga: sí, señor, la alcaldía bien vale una sumisión. Por cierto,
Ginés argumentó más que correctamente sus discrepancias y en cambio votó a
favor del invento. Parece como si Serrello estuviera en el Ayuntamiento para
divertirse.
Lo más sobresaliente del pleno, sin embargo, fue la
intervención de uno de los portavoces populares en el punto de los medios de comunicación. Oír al portavoz
popular reivindicar democracia y libertad para los medios de comunicación
municipal fue como escuchar a una meretriz cantar las virtudes de la
virginidad. Que algún veterano le explique al voluntarioso portavoz que su
partido está pisando moqueta desde el 95. De verdad,
con todo cariño, ahórrese las poses afectadas y los gritos fingidos de ¡viva la
libertad en los medios de comunicación oficiales! O de ¡recuperemos la
democracia en nuestra radio oficial! (sic del portavoz, más o menos) Recuerda a
Arias Navarro y el `espíritu del 12
de febrero´. Le falta crédito, agradézcaselo a su jefe local.
El PSOE
ha comenzado a aplicar su modelo socialdemócrata y el PP ha dicho sí.
Plinio.
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