Si recupero la confianza en los políticos me convierto al fabrirismo.
Alberto Fabra,
presidente de la Comunidad Autónoma de Valencia, asegura que:
·
Dejará de lado todo lo superfluo o no
prioritario y reducirá personal si fuera necesario –ummm…”si fuera
necesario”…ha flojeado-
·
Canal 9 es inviable.
Reagrupará empresas públicas como Berlusconi ha
reagrupado provincias y municipios. Es de suponer que lo importante –reagrupar
territorios- se lo deja a Rajoy
-¿Imagina alguien al alcalde de la localidad declarando que nadie que no haya sido elegido por el
pueblo o haya superado las pruebas pertinentes va a llevarse un euro de los
contribuyentes?
-¿Imagina alguien al alcalde del pueblo reconociendo que no
es Rupert Murdoch –New Corporation- y que su grupo mediático, el del ayuntamiento, es una herramienta para la
propaganda?
-¿Imagina alguien al alcalde convertido en un osado líder que pide la supresión de la
Mancomunidad o de las decenas de organismos públicos que no son más que parkings de coleguillas?
No. Ya, a Fabra tampoco, pero al menos se le ha ocurrido, o
se ha enganchado a la nueva corriente del sentido común. El alcalde
del pueblo espera instrucciones. Y las espera antiguas, las que ha demostrado
entender.
Lo malo… lo malo es
que no confío en confiar. Hay más motivos para el recelo que para la fe.
Plinio
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