8 ene 2010

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Recalificaciones Montilla

Lo de Montilla es simpático y tranquilizador: sus cartas sólo llevan letras (otras hay más sonoras) y promesas solapadas.

Y digo promesas porque no hay quien se quite de encima este empalagoso espíritu navideño; otros dirían que lo solapado son las amenazas. ¿No?. Hipótesis de trabajo que les propongo:

Imaginen que viven en un pueblo mediano tirando a chico, que es lo que correspondería a Cataluña en la inmensidad de Europa, donde todo el mundo se conoce, se saluda y se invita a café. Una mañana abren una carta del alcalde recordándole lo amigos que son, lo bien que se lo pasan juntos en las fiestas del pueblo y la pasión con la que animan todos juntos como un sólo hombre al equipo de fútbol local. ¿No se mosquean?. Estas cosas se las puede decir en el bar y no vía correo institucional.

Siguen leyendo y empiezan a ver la luz: la cosa está muy jodida, apreciado vecino propietario de un bar con humos molestos; la cosa está muy mal, apreciado vecino editor del periódico local donde tanta pasta se deja éste Ayuntamiento; esto está chungo, apreciado vecino fontanero que tienes la concesión del mantenimiento de los locales municipales; esto es cosa de todos, apreciado vecino constructor pendiente de licencias municipales. Punto y aparte y te explica tu amigo el alcalde cuánta falta hace tu firma para que las autoridades mediambientales permitan la construcción de esa empresa que vale, que sí, que contamina un poco, pero que chico, que va a traer riqueza al pueblo.

Y no hagas caso de las malas lengua, querido vecino que paga mi sueldo -sigues leyendo-. El hecho de que la empresa se instale en unos terrenitos de mi propiedad no es más que un detalle, y prueba de que estoy, yo tú alcalde, dispuesto al sacrificio por la comunidad.

Atentamente, el editor del Boletín Oficial.

Ya, no tiene nada que ver, pero Cataluña es tan española que hay hasta corrupción. Y en estos días de frío recuerdo el dicho de que una buena manta todo lo tapa.

Nota aclaratoria: todas estas letras se me han agolpado al conocer la noticia de que José Montilla, President de la Generalitat, ha remitido dos centenares de cartas a prohombres de Cataluña para meter agua en le vino del Tribunal Constitucional e impedir que eche para atrás la recalificación de su finca.


Nota aclaratoria 2: entiéndase la metáfora, que los hay muy susceptibles.

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