¡Qué obsesión, oye!

El presidente Zapatero (en adelante zP) había consultado con los cientos de asesores que le preparan las declaraciones a la prensa internacional, incluido el lumbreras del "viento", y les lanzó una pregunta con mordiente:

-A ver, que alguien me diga qué puedo prohibir en Europa durante mi brillante presidencia para que se note que he pasado por allí.
-Poco queda, líder -se atrevió a responder Moratinos- Aunque creo que huella va a dejar, maestro..
-No me jodais, ¿cómo que no hay cosas por prohibir?. No se les puede haber ocurrido todo.
-Tengo una idea, líder -Pajín, dando saltitos alrededor de zP, daba palmas de alegria al ver de cerca a la mitad europea del duo Barack y José Luis
-Habla, Leire, habla sin temor.
-Que digo, que si no podemos prohibir, podemos meter multazos. ¡¡Pacaprendan!!
-¡Coño, Pajín, qué mente más brillante!. ¡Ponte otro sueldo, que te lo mereces!

Y zP va y lo cuenta: "Como prueba del neopregresismo hispano, y como ya no caben más prohibiciones, voy a avanzar un pasito más y  voy a multar a quien no cumpla con las normas económicas de la Unión. Recuerda: ¡si no puedes prohibir, multa!"

Dicho y hecho: cientos de guardias urbanos, bloc de multas en mano, rodean a zP, lo miran, se frotan las manos y se lo dicen sin rodeos: "se te va a caer el pelo, por bocazas". zP, sólo ante el peligro, sin pestañear, con mirada de hielo, desenfunda el móvil y con voz firme, ordena: "Elenasalgado más IVA, que hay que pagar una multa. Por bocazas. Y que te ayude la Chacón...esto es al guerra".

Uno de los guardias urbanos momentos antes de multar a zP, custodiando las pruebas requisadas tras una prueba de alcoholemia