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El esperpento del no a los toros

No, no me refiero al resultado. Estaba dentro del guión que los ultras dijeran no. Hablo de la reacción del Gobierno de la nación.

El líder se tropezó en los jardines de su casa con Blanco y la videlíder, que discutian dónde pasar las vacaciones del solsticio de invierno.
-Hombre, Blanco, a ti te quería yo ver
-A tus ordenes, líder -contestó Pepiño cuadrándose
-Podías hacer unas declaración en plan me creo lo que estoy diciendo y quitarle hierro a lo de los toros en Cataluña, que me ha dicho la Pajín que en Benidorm, nuestra última plaza reconquistada, siempre hay llenazo
-Esto...excelso líder...si me permites..
-Habla habla, Maritere. Hay confianza.
-Que digo yo, veras, que el tema tiene enjundia y no sobraría que una  fuera una instancia mayor la que se posicionara.
-Bien hablado. Encárgate tú.

La señora Fernandez de la Vega se acomodó delante de los micrófonos de la televisión que Berlusconi le ha comprado a ha Prisa y engolando la voz y con la solemnidad del momento exigía, dijo:

-Este Gobierno no está por las prohibiciones

Al líder, que tenía un día lúcido, se le escapó..."ya se ha pasado".