Que yo me entere, ¿los referéndums fingidos que están organizando los independentistas catalanes tiene alguna similitud con el que pretendía Ibarretxe hace unos años?
Supongo que no, y perdón por responderme a mi mismo pero es a quien tengo más a mano. Y lo supongo por dos razones.
El primero es un motivo puramente estético. Ibarretxe se ponía serio como recién salido de un entierro, y trascendental como si hubiese descubierto la penicilina. En Cataluña, en cambio, los rostros son los de Esquerra, con sus pintorescos lideres que juguetean con la corona de espinas, y Laporta, que parece buscar cualquier pretexto para descorchar una botella de champan y marcarse unos pasos. Servidumbres de la imagen. Y no es lo mismo.
El primero es un motivo puramente estético. Ibarretxe se ponía serio como recién salido de un entierro, y trascendental como si hubiese descubierto la penicilina. En Cataluña, en cambio, los rostros son los de Esquerra, con sus pintorescos lideres que juguetean con la corona de espinas, y Laporta, que parece buscar cualquier pretexto para descorchar una botella de champan y marcarse unos pasos. Servidumbres de la imagen. Y no es lo mismo.
Un segundo motivo es la reacción de los políticos con poso y peso. Mientras que en el caso catalán silban y miran hacia otro lado, en el vasco se batalló en el Parlamento y Alfonso Guerra pidió la aplicación del articulo 155 de la Constitución. Cosa seria.
Lo malo sería que el aparente divertimento del independentismo catalán desorientase al Parlamento y a los Alfonsosguerras y se perjudicara a buena parte de los ciudadanos de Cataluña.
Siempre nos quedará la Constitución, ¡pero vaya usted a saber!.
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